Como era de esperar fue una noche de
mucho calor.
El principio de la jornada transcurre por una garganta estrecha
sin demasiado atractivo. Vamos ganando metros poco a poco sin detenernos a
realizar fotografías por falta de motivo. La vista clavada en la tierra del
suelo y los pensamientos en busca de la incógnita de como resultará la altura en
esta segunda y definitiva acometida.
A medida que avanza la mañana el valle
se va abriendo y la garganta empieza a ser interesante al atravesar una zona de
conglomerados. A lo lejos, mucho antes de lo esperado se divisa la aldea de
Shingo. También está prácticamente vacía, sus habitantes están en Leh
con el Dalai Lama. Pausa no demasiado agradecida por el calor abrasador y continuamos subiendo en contra de lo que teníamos pensado para el día de hoy; no está mal, pasaremos la
noche a 4300 m, recortándole a la dura jornada de mañana una hora.
El campo es inmejorable y puede verse el paso que habremos de
hacer mañana.
Desde aquí atardecer de los que invitan a reflexionar: "Si vuelvo la vista atrás, estoy perdido".
No hay comentarios:
Publicar un comentario