Como puedo trato de desayunar, cosa que consigo a medias pero supongo que valdrá para iniciar el descenso en busca del valle de Markha. Jornada larga en continuo descenso. Al principio es un sendero que baja por el valle bordeando la mole del Kang Yatze. No se pierde altura rápido por lo que la mejoría fue lenta. Una vez que se abandona el valle de formación glaciar se entra en los dominios del río Nymaling, al principio pequeño y cada vez más ancho y difícil de cruzar; en algún momento hay que descalzarse para cruzarlo con una corriente que parece menos de lo que es en realidad.
El calor extremo del fondo del valle por el que circula toda la ruta endurece la ya de por sí larga jornada. Se suceden aldeas imposibles y paisajes difíciles de definir: extrema aridez, formas nuevas sin desgastar, variedad de materiales y de colores, grandeza...
Sorprendente aldea de Hankar en el increíble valle de Markha |
En este campo nos encontramos con la pareja de vigueses con los que habíamos coincidido en Leh; están haciendo un recorrido parecido pero en sentido opuesto. Curiosamente viajaron a Ladakh para asistir a varias jornadas del Kalachacra y aprovechan para conocer estas increíbles montañas. Seguro que volveremos a coincidir en algún camino.
Luna sobre la aldea de Markha. Ladakh |
Luz de luna en el camp site de Markha. Ladakh |
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