Así, de golpe:
Entonces le digo: "Verás, tengo dos noticias para ti: una buena y otra mala. La mala noticia: voy a arrancarte las uñas de las manos o de los pies con unos alicates. Lo siento mucho, pera está decidido. Ya no se puede cambiar". Saco de la cartera unos alicates enormes, tremendos, y se los enseño a todo el mundo. Lo hago despacio, para que los vean bien. Luego le digo: "Y ahora la buena noticia: te doy la libertad de elegir si te arranco las de las manos o las de los pies. ¿Qué? ¿Cuáles van a ser? Tienes diez segundos. Si no te decides, te las arrancaré todas, las de las manos y las de los pies". Entonces cuento diez segundos con los alicates en la mano. "Las de los pies", contesta más o menos a los diez segundos. "Muy bien. Las de los pies entonces. Ahora mismo te voy a arrancar las uñas de los pies con esto. Pero antes quiero que me digas una cosa: ¿por qué las de los pies y no las de las manos?". Y él me contesta: "No sé. Me imagino que las dos dolerán por igual. Pero como tengo que elegir,he elegido sin más las de los pies". Yo le doy un cálido aplauso y le digo: "¡Bienvenido a la vida real!", "Welcome to real life!"
De: Los años de peregrinación del chico sin color. Haruki Murakami.
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