O... el escorpión, la rana y la naturaleza humana.
Para reflexionar:
En las orillas de cualquier río vivía una rana muy generosa. Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas por la crecida del río. Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.
También vivía por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: -"Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda".
La rana que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: -"¿Qué te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si estoy cerca de ti, me inyectarás un veneno letal y moriré!
El escorpión le respondió: -"¡No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré, si así lo hiciera, te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado."
La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde el se agarró, y comenzaron la travesía del río.
Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.
Llegaron a la mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente, sorteó un remolino...
Fue aquí, de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió como el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba le quedaron fuerzas para gritarle a escorpión: -"¡Lo sabía! Pero... ¿por qué lo has hecho?"
El escorpión respondió: "No puedo evitarlo. Es mi naturaleza".
No hacen falta imágenes.
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