martes, 1 de abril de 2014

PICO CORNÓN DESDE LUMAJO. LACIANA.

Un latigazo.
El pico blanco que nos acompañaba siempre a lo lejos en nuestros paseos por Laciana, Somiedo y Babia sonrió como lo hacen las grandes montañas.
Desde Lumajo, en un suspiro, con un cielo incierto.
Después descubrimos que sus cañadas bajas son paso de osos y los bosques de alguna de sus vaguadas más profundas habitación del viejo urogallo.
No supe que decir: deslizar las tablas en un gesto automático repetido millones de veces, aprender a caminar en silencio sin buscar la enorme sonrisa verde, preguntarme hasta dónde hubiera sido posible llegar, disfrutar del susurro implacable del viento, sentir el crujido del hielo bajo las puntas de los crampones en un mar blanco sin olas... pensar, respirar, oler, saborear... silencio.
Tengo que poner de nuevo las palabras del sabio afgano Jalaluddin Rumi: "Más allá de cualquier idea de buenas o malas intenciones se extiende un campo. Nos encontraremos allí..."


































2 comentarios:

  1. Maravilloso,alucinante.
    Yo en mi prosima vida quiero ser RAMÓN VILA.

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  2. Maravilloso,alucinante
    Yo en mi prosima vida quiero serRAMÓN VILA.

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